Restaurante PicaFlor Murcia Finca El Pertiguero Nº42

Enlaces patrocinados

Restaurante de Murcia que encontrarás en Finca El Pertiguero Nº42, 30120 El Palmar, Murcia. Aquí puedes ver información y opiniones de Restaurante PicaFlor Murcia, horarios, vías de contacto, teléfono, web y un mapa con su restaurante.

Información

Nombre Restaurante PicaFlor Murcia
Sector Restaurante
Ciudad Murcia
Provincia Murcia
CCAA Región de Murcia
Sitio web restaurantepicaflor.com
Teléfono 688962369

Horario

Lunes
Martes
Miércoles
Jueves
Viernes
Sábado
Domingo
Enlaces patrocinados

¿Abre los domingos?

El horario del domingo de Restaurante PicaFlor Murcia es de

¿En que calle se ubica?

Está en Finca El Pertiguero Nº42, 30120 El Palmar, Murcia

¿Cuál es el teléfono de Restaurante PicaFlor Murcia?

Para contactar con este restaurante deberás llamar al 688962369

¿Cómo lo valoran sus clientes?

Actualmente, 3 de cada 5 personas recomienda este restaurante, Restaurante PicaFlor Murcia, tiene una puntuación de 3.9 sobre 5

¿Cómo contactar con Restaurante PicaFlor Murcia?

Ubicación

Opiniones

Opiniones de este restaurante de Murcia, tu también puedes dejar tu reseña sobre Restaurante PicaFlor Murcia pulsando aquí.

An

Antonio hace 9 meses en Antonio hace 9 meses
Pena, penita, pena. Nos dejamos llevar por los esperanzadores comentarios que habíamos escuchado y venir nos ha servido para constatar el escaso nivel de exigencia que tiene la gente. Nuestras expectativas se derrumbaron como naipes nada más cruzar la puerta pero decidimos darles una oportunidad debido a lo complicado que nos había resultado llegar. Resulta intolerable disponer de un lugar tan encantador como este y ser capaz de desperdiciarlo sobre todo en una ciudad huérfana de sitios así. Y es que podrían haber creado un lugar de referencia, un enclave único en la Región y, sin embargo, han permitido que el azucarillo se les deshaga entre los dedos. Un entorno natural privilegiado y romántico convertido prácticamente en un merendero de luxe por mor de una gestión inexperta y de nula sensibilidad. Todo se resume en un refrán: “No se le pueden pedir peras al olmo.” Empezando por una decena de camareros voluntariosos, que se esfuerzan por ser serviciales y simpáticos -aunque por su juventud y bisoñez más parecen estudiantes de primer curso de derecho en la UCAM que de una escuela de hostelería- y que, vestidos de jeans y tshirts, deambulan sin rumbo por el recinto. Pasando por un “maitre” treintaañero antipático y mal encarado que vaga entre las mesas con un rostro de poder increpar a cualquiera que ose bajarse de los taburetes sin su permiso. Siguiendo con el insólito desperdicio de la zona del mirador que te obliga a comer en una estrecha tablilla, sentado en unas terribles sillas altas mientras contemplas una, eso sí, maravillosa vista. Continuando con unas cuantas mesas baratas con incomodisimas sillas de plástico, desperdigadas por el local, unos mantelillos de papel satinado más propios de una hamburguesería que de un restaurante con cierto nivel y una cubertería y cristalería sacados de HiperAsia. Y terminando con unas luces blancas y demasiado intensas, que quitan intimidad y belleza al recinto y lo despojan del escaso encanto que pudiera quedarle. De remate, el desafortunado cierre tempranero de la cocina y una desagradable obsesión del personal por irse antes de las 00:00 h. Cumplida esa hora, empiezan a recoger frenéticamente, bajan las persianas, traen la cuenta a la mesa sin haberla pedido y se sitúan en la puerta mirando desesperadamente a los clientes para forzarles a levantarse y dirigirse en procesión hacia la salida. Cocina de tipo fusión asiática sin ningún valor añadido. La carta mínima e impropia de un lugar como este con algún plato destacable como las deliciosas gyozas (aunque a casi 4 euros el miniservicio de 2). Platos muy subidos de precio en raciones tan exiguas como la propia carta. Confit de pato recalentado, reseco y con sabor a grasa rancia acompañado de un boniato insulso, tartar de atún desabrido con el triple de aguacate que de atún y un helado insólito como acompañamiento. La carta de vinos resulta una broma con unas pocas referencias entre las que escoger. Tan solo un espumoso y de la marca Molto Negre a 24 euros más IVA, un precio a la altura de un cava de gama alta como Gramona en cualquier restaurante de lujo de la ciudad tipo Salzillo, Virgen del Mar o La Pequeña. El albariño Mar de Frades a 25 Euros. La coctelería merece un capítulo aparte. Un cosmopolitan, un mojito y un margarita tan fallidos que nos vimos obligados a devolverlos por ese mismo orden. El gin tónic flojo, aguado y mal preparado. Algún día los bares aprenderán de la importancia de contar con un buen hielo de agua hervida, macizo, que no se deshaga a los 10 segundos para así no dañar el trago. De la dificultad tanto para llegar desde la ciudad como para regresar a ella mejor no hablamos. Resulta milagroso no perderse debido a la falta de alumbrado y la escasa visibilidad de los indicadores. Una experiencia tan decepcionante que ni siquiera quisimos quedarnos en la preciosa terraza del Jardín de Sal y regresamos a la ciudad con una única idea en mente: la de realizar una reseña objetiva y a la altura de las circunstancias. Esta.

Ma

Maria hace 1 año en Maria hace 1 año
El sitio muy bonito, buen servicio, la comida bien, pero calidad precio, nos pareció bastante elevado el precio, para la elaboración y cantidad de los platos…

An

Antonio hace 1 año en Antonio hace 1 año
Positivo: - El sitio es una pasada. Estás rodeado de vegetación y te hace sentir con bastante intimidad. - El personal es muy amable. Tuvimos una chica encargada de nuestra mesa y nos intento ayudar todo el tiempo en cuanto a qué pedir y con el objetivo de disfrutaramos la experiencia. - Los vinos tenían un 25% de descuento lo que los dejaba en un precio muy competitivo. - Se agradece que tengan una propuesta de carta atrevida fuera de lo común de la zona. Negativo: - Al personal le falta experiencia. Desde que tomaban las comandas hasta que nos servían pasaba demasiado tiempo. Incluso cuando pedimos agua se retrasaban 15 minutos. - A nivel de ejecución hay platos que les falta desarrollo: el kebab de pez mantequilla es muy industrial (principalmente por el pan de pita), el sexy bao es realmente un brioche y le faltaba sal, el lingote de cochinillo se les había quedado seco. En mi opinión les tienen que dar una vuelta a las propuestas gastronómicas. - El balance calidad/cantidad/precio no era positivo. Los platos eran muy pequeños para lo que costaban. - el servicio de vinos era lento y los vinos blancos no los tienen bien de temperatura (salian calientes). En resumen, es un sitio que podría tener potencial pero que aún tiene mucho que mejorar en cuanto a servicio y calidad gastronómica.

Je

Jesús hace 1 año en Jesús hace 1 año
El lugar, hay que decir que es una pasada, de esas cenas en el exterior tranquilas y disfrutando del entorno (fuimos por la noche). El concepto de este lugar está muy bien pensado, por el sitio, un lugar escondido, como un pequeño oasis, con esa iluminación a base de bombillas entre los árboles, la vegetación, pero en mi opinión no está a la altura un aspecto muy principal e importante que es la comida. Cuando ves la carta, parece que los platos van a corresponder con las sensaciones que te transmite el lugar, pero no es así. La verdad que aunque los ingredientes te invitaban a probar el plato, luego me parecía muy plano y nada que digas, "Que bueno que está esto". Los precios son altos, para la cantidad y en definitiva para lo que te estás comiendo. Como parte positiva, tengo que decir que todas las personas que nos atendieron fueron muy simpáticas y profesionales. No obstante, no repetiría.

Na

Nani hace 1 año en Nani hace 1 año
Me encantó este sitio! Super bonito. Me costó encontrarlo pero mereció la pena. El personal muy amable y la comida muy rica. Son raciones pequeñas pero elaboradas. Sin duda volveré.

LA

LAURA hace 1 año en LAURA hace 1 año
Ha sido un lugar en el que ha sido muy deficiente. Quiero y no puedo. Raciones escasa, comida poco elaborada, atención muy poco profesional aunque amables, los vinos no los tenian fríos pese a ir cambiando de bodega. Muy caro para lo que presentan. Mejor pagar más y mejor calidad que lo que se ha ofrecido. Comida fría.

Os

Oscar hace 2 años en Oscar hace 2 años
Como siempre la experiencia a sido inmejorable. El servicio y la cocina es excelente pero anoche decidimos después de cenar tomarnos un cóctel en la zona habilitada para ello y deberían cambiar los asientos . Estuvimos muy incómodos en esas sillas y nos habríamos quedado a tomarnos un segundo pero las sillas no estaban a la altura . Deberían cambiar esas sillas y poner algo más cómodo para que la gente se tome las copas agusto. Por todo lo demás genial . Como dije los platos y el servicio son de una calidad inmejorable. Nos encanta el sitio y seguiremos volviendo para deleitarnos con sus platos

Em

Emilio hace 2 años en Emilio hace 2 años
Un sitio estupendo para una cena tranquila al aire libre. Todo muy rico, especialmente el pulpo flameado. Los camareros muy atentos.

Be

Beatriz hace 2 años en Beatriz hace 2 años
Un restaurante con mucho gusto en todos los sentidos. Tengo que destacar el sabor de sus platos, su carta variada, la atención exquisita de los camareros y el bonito entorno que le rodea. La carta está en su página web y los precios súper recomendables.

Au

Aurelio hace 2 años en Aurelio hace 2 años
El restaurante está en un sitio precioso. La comida para mi muy abundante, y de sabor exquisito. El pulpo tremendo. Nosotros repetimos seguro.
Enlaces patrocinados

¿Conoces Restaurante PicaFlor Murcia?

Alternativas cerca

Te recomendamos otras opciones o que veas la lista de los mejores restaurantes de Murcia de mayo de 2024