En el universo de la repostería, el bizcocho de limón ha trascendido como un clásico venerado durante generaciones.
Su aroma cítrico delicado y su textura esponjosa lo convierten en un deleite para los sentidos, pero además, este postre atesora una historia y una ciencia que dan forma a cada bocado.
Origen del bizcocho
El origen del bizcocho se remonta a la antigua Roma, donde se preparaban variaciones primitivas de este pastel.
La sencillez caracteriza al bizcocho de limón, donde la perfecta combinación de harina, huevos, azúcar, AOVE y, por supuesto, el limón, otorga el protagonismo absoluto al sabor y aroma de este último.
Sin embargo, la incorporación del limón como ingrediente clave es un desarrollo más reciente y refleja la influencia de la cocina mediterránea, donde los cítricos son abundantes y muy valorados por su frescura y aroma.
Como hacer un buen bizcocho de limón
El limón, estrella indiscutible de este manjar, debe destacarse por su calidad. La harina, columna vertebral de todo bizcocho, brinda la estructura necesaria. Su elección impacta no solo en la textura, sino también en el sabor del bizcocho.
Los huevos son esenciales para aportar levedad y volumen. El AOVE, reconocido por su calidad y beneficios para la salud, es un pilar de la dieta mediterránea y el bizcocho con aceite de oliva eleva a un nivel superior la textura y la esponjosidad.
La inclusión del aceite de oliva en el bizcocho de limón no es casual; aporta una suavidad única y un sutil matiz de sabor que complementa la frescura del limón.
Receta
Ingredientes:
- 3 huevos grandes
- 200 gramos de azúcar
- 120 ml de aceite de oliva virgen extra (AOVE)
- 180 gramos de harina de trigo
- 1 sobre de levadura química
- Ralladura de 2 limones (orgánicos si es posible)
- Zumo de 2 limones
- Una pizca de sal
Procedimiento:
- Precalienta el horno a 180°C y prepara un molde rectangular o redondo, engrasándolo y enharinándolo ligeramente para evitar que el bizcocho se adhiera.
- En un bol grande, bate los huevos con el azúcar hasta obtener una mezcla cremosa y esponjosa.
Agrega lentamente el aceite de oliva virgen extra (AOVE) mientras continúas batiendo. La mezcla debe incorporarse completamente. - Tamiza la harina y la levadura en un recipiente aparte para evitar grumos.
Incorpora la mezcla de harina y levadura a la preparación anterior de manera gradual y suave. Mezcla con movimientos envolventes para no perder la aireación. - Añade la ralladura de limón, asegurándote de mezclarla de manera uniforme para distribuir el sabor.
Incorpora el zumo de limón recién exprimido a la mezcla y continúa removiendo hasta obtener una masa homogénea. - Vierte la mezcla en el molde previamente preparado y extiéndela de manera uniforme.
Hornea durante aproximadamente 30-40 minutos o hasta que al insertar un palillo en el centro, este salga limpio. - Una vez listo, retira el bizcocho del horno y déjalo enfriar en el molde durante unos minutos antes de desmoldarlo.
Cuando esté completamente frío, puedes espolvorear azúcar glas por encima o decorarlo con rodajas finas de limón para darle un toque visual.
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